Trabajamos siempre con el mismo método. A medida que pasan los años lo controlamos cada vez más, pero desde el principio trabajamos siguiendo los mismos pasos:
-Nos reunimos con el cliente, en los casos que no estamos haciendo diseños propios, y escuchamos qué producto quiere que hagamos. Pero escuchamos todo, las comas, los tonos, las caras, los gestos que hace, todo. Tenemos esa primer reunión como si fuéramos una esponja, preguntando e incorporando todo lo que podemos. Muchas veces en las entre líneas está la clave del producto.
-Después investigamos sobre el tema específico y unimos eso con lo que sabemos de tecnologías, materiales, procesos productivos, experiencias, intuición. Sumamos información, priorizamos, fijamos objetivos.
-No es magia, pero en determinado momento cuando se trabajó bastante y tenemos los datos necesarios y sabemos claramente lo que queremos lograr: se unen estos datos con aquellos y aquel otro y encontramos la clave. Ahí es cuando sonreímos solos y tenemos el premio. Cuando damos en el clavo empieza a encaminarse todo y se desatan los nudos de los bocetos que fuimos descartando. Es una sensación como de abrir los ojos, otros, porque los reales a esta altura hace varios días que están trabajando.
Las primeras ideas (y las segundas y terceras) simplemente las dibujamos con lápiz en papeles numerados y ordenados. Cuando se empieza a encaminar el diseño, para dimensionar y para ver detalles usamos maquetas, que casi siempre terminan frente al cliente acompañadas de una presentación de la/s propuestas.
Después vienen los planos, los detalles, el ajuste de medidas, y la coordinación de la fabricación.
En las fotos de la "cocina" se ve parte del proceso de fabricación de algunos productos, desde los primeros bocetos, maquetas y prototipos, hasta los modelos, matrices y armado del equipamiento.
Es interesante ver los distintos momentos de la fabricación de cada parte componente del equipamiento y la variedad de los materiales utilizados; cada uno con sus particularidades, lenguajes y oficios para ser trabajados.
Coordinar los tiempos de cada proceso productivo y estar permanentemente controlando el nivel de calidad de cada eslabón, hacen de la fabricación una etapa compleja pero fundamental para asimilar cada tecnología y sumar experiencia, que es el mejor alimento para los futuros diseños.
Nos reunimos con el cliente y escuchamos qué necesita.
Investigamos sobre el tema.
Realizamos las propuestas de diseño
Desarrollamos los planos, detalles, ajuste de medidas y la coordinación de la fabricación.